Independencia del juez y desorganización judicial / Valeriano Hernández Martín

Hoy se considera que el Juez es, ante todo, el guardián natural de la libertad, en palabras de nuestro Tribunal Constitucional. Puesto que la libertad está amenazada por el estado, se ha dotado al órgano judicial de facultades y, sobre todo, de independencia para someter a la Administración, para hacerse señor de la Ley y para tomar decisiones mediante un proceso flexible, que no restringe sus potestades. La confianza en el Juez independiente ha permitido, sin ningún reparo, colocar a la sociedad sub iudice. Pero la realidad cotidiana de la Justicia dista mucho de responder a las esperanzas depositadas en ella. El control, imprescindible, del poder político no ha podido ser realizado correctamente por los Tribunales. Además, la independencia del Juez que se pretende incluso frente a la Ley, siendo el principio básico del Poder Judicial actual, interfiere negativamente en los procesos, cuyo final es cada día más imprevisible. Y es que la independencia del Juez resulta difícilmente conciliable con las exigencias de de una verdadera organización judicial, que debería estar basada, como requiere su cada vez más complejo y variado trabajo, en la jerarquía, en la coordinación y en la especialización. Por tanto, al contrario de lo que a veces se piensa, la independencia judicial no es la solución para la crisis de la Justicia/Administración, sino que contribuye al deterioro existente. Este libro, elaborado con los materiales y el punto de vista práctico de quien trabaja ante los Tribunales, fue la tesis doctoral de su autor y obtuvo el Premio Poder Judicial de 1990, otorgado por el Consejo General del Poder Judicial.