La excitación de la acción para el inicio del proceso penal panameño / Julia E. Saenz G.

Este trabajo hace un enfoque doctrinario y jurídico positivo sobre uno de los aspectos esenciales para los procesos penales estrechamente relacionados con los principios legales, debido proceso, juzgamiento de juez natural entre otros, de los que gobiernan los procesos penales, es importante para toda rama del Derecho saber reclamar o pedir lo que corresponde jurídicamente a través de los medios, mecanismos o institutos procesales ante la autoridad competente, de lo contrario serían estériles o infructuosos los esfuerzos tendientes a lograr el restablecimiento del orden jurídico fragmentado. El primer capítulo a la jurisdicción y competencia, conceptos generales, definición, criterios doctrinarios, reglas para calificarlas en cuanto a la intervención del Ministerio Público y los tribunales panameños e igual criterio seguimos en relación a la competencia, porque en todo proceso jurídico estos presupuestos son básicos y fundamentales, su desconocimiento aumenta la cifra de la criminalidad oculta, pues los ciudadanos desconocen a que autoridad deben recurrir para la investigación de los delitos cometidos en su perjuicio y, algunos abogados equivocan la forma de hacer los reclamos de quienes representan debido a los errores en cuanto a la aplicación de las reglas sobre jurisdicción y competencia. Con respecto al segundo capítulo profundizamos sobre cada uno d elos componentes, etapas, períodos y teorías del proceso haciendo énfasis en los procesos penales. El tercer capítulo dedicado ala Acción, es decir la actividad procesal para lograr la investigación de los delitos y hacemos referencia al concepto y definición, sistema de ejercicio, clasificación, concurso de los ciudadanos del ofendido y potestad jurisdiccional. En el cuarto capítulo la denuncia y querella, constituyendo la primera el aporte de conocimiento e información suministrada por la presunta víctima o cualquier ciudadano al Ministerio Público para lograr la excitación de la acción penal en los delitos perseguibles de oficio y, en cuanto a la segunda como una forma jurídica y práctica de lograr el inicio de los procesos penales a través de la petición de la presunta víctima. Quinto y último capítulo, desarrolla lo referente a la acusación formal del ofendido, ya fuese ésta acusación particular conjunta o exclusiva.