El valor de la constitución y sus necesarias reformas / Arturo Hoyos

En mi opinión, desde 1928, con sus elecciones cuestionables que culminaron en el golpe de Acción Comunal 1931, hemos tenido grandes crisis políticas cada dos décadas (1948, 1968, 1988-89), lo que no quiere decir que no se hayan dado otras crisis antes, como ocurrió en 1941 (en ésta también estuvo presente la cuestión electoral pues en 1940 las elecciones se celebraron con candidato único, pues el de la oposición Doctor Ricardo J. Alfaro no participó, al igual que había sucedido en 1928 con Jorge Boyd el candidato apoyado por el Doctor Belisario Porras quien pidió la intervención de EEUU para asegurar elecciones justas, con base en el artículo 136 de la Constitución de 1904. Aparte de esta larga etapa de estabilidad y crecimiento también, y esta es la segunda novedad que quiero destacar, el tema de la estabilidad de las instituciones políticas y constitucionales no es solamente de interés para nosotros los panameños. Ante la responsabilidad de manejar el Canal y de ser legítimos propietarios y administradores, con un claro respaldo constitucional, tenemos que aceptar que la comunidad internacional tiene un interés legítimo en nuestra estabilidad constitucional, que incluye el Título Constitucional sobre el Canal de Panamá, dada la importancia económica y geopolítica de la vía interoceánica. La estabilidad de nuestra Constitución ya no es solamente asunto nuestro, lo es también de la comunidad internacional. Esa reforma, la de inclusión del Título Constitucional sobre el Canal, conjuntamente con la eliminación del ejército, han dado un sustento muy sólido a nuestra prosperidad económica y a la presente estabilidad político- constitucional porque no hay que olvidar que primero la Policía Nacional, luego la Guardia Nacional y Finalmente las Fuerzas de Defensa jugaron un papel activo en nuestras crisis electorales aunque no fueron los únicos actores.